Todas las opiniones son respetables y creo que el tirón de orejas que me ha dado mi buen amigo "The Fisher King" (os recomiendo su blog, ¡¡Buenísimo!!) respecto de la última entrada, puede que sea bien merecido; es posiblemente la entrada de la que menos orgulloso me siento, pero no por el contenido, sino por la forma. Estéticamente es un texto horroroso, no me gusta lo más mínimo, pero no me retracto y pienso que debe ser más horrible aún perder a un hijo y a un nieto, por el cruel capricho de una desequilibrada.
Ojalá estas cosas no pasaran nunca.
Mulder, nada más lejos de mi intención que tirarte de las orejas con el comentario a la entrada anterior. Tampoco pretendía comparar la muerte de este chico con la de Teresa. Lo de Tomizawa nos muestra la cara más puta de esta vida, por eso entiendo y subrayo tus palabras. Solo quería reflexionar sobre el hecho de que detrás de la muerte de cualquier persona, puede haber una madre, un padre como tu o como yo, una pareja, o un amigo de toda la vida... y cada uno de ellos, con todo el derecho del mundo a estar jodidos y a no comprender por qué. Disculpa que no lo explicara bien.
ResponderEliminarCuando vi la muerte de Tomizawa, además de sentir lo mismo que tu, pensé en la dificultad que tenemos para aceptar que la muerte es parte de la vida. ¿Te das cuenta de que ya no muere la gente en su casa, sino en los hospitales, y tampoco se vela el cuerpo en casa, sino que lo llevamos al tanatorio?. Ocultamos en cierto modo la muerte y con ella el dolor. Hacemos que todo sea asquerosamente aséptico.
Bueno no me enrollo más crack. Ya ves que te sigo.