domingo, 9 de octubre de 2011

EL ALGARROBICO Y SUS COMPINCHES

Amigos, esto es un no parar. A uno le gustaría emplear su tiempo en escribir textos literarios, entretenidos o no, divertidos o aburridos, pero dedicados al ocio si fuera posible, pero no lo es. Es coger la prensa y no parar de leer barbaridades que uno no puede dejar pasar sin, al menos, emplear este tipo de foros para divulgar su indignación. Ahora le toca a mi ciudad, Almería, y a uno de sus pueblos, Carboneras (algunos de por aquí evitan nombrarlo).
Para quien no lo sepa, la Junta de Andalucía permitió la construcción de un macrocomplejo hotelero y de ocio en pleno parque natural del cabo de gata, es decir, en plena zona protegida aunque gracias a Greenpeace y, personalmente, también creo que a la crisis del ladrillo, "sólamente" se llegó a construir un monstruoso hotel de hormigón saltándose a la torera, no ya la calificación de PARQUE PROTEGIDO, sino además pasándose por el forro la ley de costas pues dicha aberración se encuentra a menos de 100 metros de la playa. Véase una imagen del atentado:


Algún juez, a quien desde aquí muestro mi más profunda gratitud, declaró la construcción como ilegal - lógico digo yo - , pero ahí que va la Junta de Andalucía, el órgano de gobierno que ha de velar por el  interes y bienestar de todos los andaluces, y recurre la sentencia. Como diría nuestro añorado Trillo: "Manda Huevos". La corporación local se pasa por el forro la protección del parque y la ley de costas, y va la Junta y dice que claro que sí. Entonces yo me pregunto: ¿es que no hay nada más que retrasados mentales en las instituciones que nos gobiernan? P´a mi que sí.

Pues bien, ayer viernes, día 7 de octubre de 2011, leo en "La Voz de Almería", periódico local, las declaraciones de Javier Hidalgo, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Almería y no salgo de mi asombro. Dice este hombre que "en la actualidad aún no existe una sentencia que determine su demolición, por lo que no se trata de una construcción ilegal".
Señor Hidalgo, es ilegal desde el mismo momento de su construcción, por lo que, en primer lugar, no debería haberse llegado a edificar y en segundo lugar, no debería haber una sentencia que obligue a su demolición, que eso se debería de dar por hecho, debería haber una sentencia grave condenatoria contra todo/a aquel/lla que hubiera permitido su construcción.
Entonces sigue el tío diciendo: "Hoy por hoy no existen sentencias firmes en ningún sentido, por lo que la edificación del hotel no puede catalogarse ilegal a fecha de hoy. Aún quedan pendientes otras sentencias en relación a otros tantos procedimientos judiciales emprendidos."
Señor Hidalgo, la edificación del hotel no puede catalogarse de ilegal a fecha de hoy, es verdad, pero sí a fecha de ayer, antes de ayer y así hasta 2004, año en el que el Ministerio de Medio Ambiente consigue frenar su construcción, que no ejecutar su derribo. Respecto a lo de los procedimientos judiciales pendientes, pocos me parecen. Además, según usted, es la justicia quien, en aplicación de la ley, emite sus resoluciones y nadie más, "ni el propio poder legislativo ni ejecutivo". Efectivamente, que además es el mismo poder que resolvió la Ley de Costas en cuyo contenido se puede leer que está prohibido construir a menos de 100 metros de la playa y a este hotel sólo le ha faltado poner un muelle.

Quizá esté de acuerdo con usted en algo, que es una irresponsabilidad demoler ese crimen contra la naturaleza, pero no me malinterprete, estoy de acuerdo porque al final el coste de esa demolición saldría de las arcas públicas, que pagamos todos, en lugar de salir de los bolsillos del político que permitió su construcción, que es de donde realmente tendría que salir, así de esta manera otro politico se lo pensaría dos veces antes de jugar contra la ley y la naturaleza.
De sus palabras se desprende que al promotor de la obra habría que indemnizarlo. ¡Vamos, no me jodas! Si lo que habría es que meterlo en la cárcel por promover semjante aberración. Pero en fin, así es nuestro generoso sistema judicial.

Termina usted diciendo que la zona, lógicamente no se quedará igual. Y a usted eso ¿no le da pena?.